Si llevas un tiempo siguiendo nuestro blog, seguro que tienes claro que si buscas un estilo que combine comodidad y estética minimalista, el diseño nórdico suele ser la opción favorita por la mayor parte de la gente. Las sillas nórdicas basan toda su fuerza visual en un diseño muy limpio y en un uso inteligente de los materiales que las convierte en un complemento perfecto para una gran cantidad de espacios, ya sean hogares o restaurantes.
Ya que hemos decidido reservar este espacio para hablar de sillas nórdicas, como fabricantes de muebles en Albacete queremos hacer un repaso completo a todo lo que deberías saber si estás pensando en comprar unas y, por eso, vamos a empezar por lo más básico:
¿Qué es el estilo nórdico?
El estilo nórdico o escandinavo surgió en la primera mitad del siglo XX, en los países nórdicos de Europa: Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia. Este estilo se basa en la premisa de que los objetos de diseño deben ser simples, funcionales y accesibles para todos. En el norte de Europa, donde hay muy pocas horas de luz durante gran parte del año, la importancia de crear espacios luminosos y acogedores es aun más importante que en el sur de Europa. Por eso, el estilo nórdico hace uso de colores claros, líneas sencillas y materiales naturales.
¿Cómo se aplica el estilo nórdico a las sillas?
Como decimos, el diseño escandinavo se centra en la fuerza de los colores claros y la funcionalidad. Por eso, las sillas nórdicas están diseñadas para ser más que un asiento; suelen ser el elemento protagonista de una sala y pueden llegar a definir por completo un espacio. La madera de esta clase de muebles se trabaja para que destaquen sus tonos claros, y se utilizan, sobre todo, el haya, el roble o el pino. Si quieres saber más sobre las características de cada tipo de madera, recuerda que tenemos un post hablando de cada una de ellas.
Aptas para todos los espacios
Una de las mayores fortalezas de las sillas nórdicas es que son muy versátiles. Su diseño sencillo y de tamaño ajustado las hace ideales para una gran variedad de entornos, desde la cocina hasta el estudio en casa. En un comedor, por ejemplo, un conjunto de sillas nórdicas alrededor de una mesa de madera clara puede crear un ambiente acogedor, ideal para reuniones familiares o cenas con amigos y, por supuesto, para su uso en el día a día. En el ámbito profesional, estas sillas pueden transformar por completo el estilo visual de una oficina para crear un espacio de trabajo tranquilo y estimulante.
Integración en diversos entornos
La simplicidad de las sillas nórdicas permite que se integren sin esfuerzo en varios estilos decorativos, desde el moderno hasta el más rústico o industrial. Su diseño neutro y atemporal facilita la creación de un flujo visual sin sobrecargas, ideal para espacios pequeños o abiertos. Además, la paleta de colores neutros, típica del diseño escandinavo, ayuda a potenciar la luminosidad del espacio, haciéndolo parecer más grande y abierto.
Consejos para seleccionar la silla nórdica ideal
Al elegir sillas nórdicas, ten en cuenta el espacio disponible y cómo interactuarán con otros elementos del entorno. Por ejemplo, en un espacio reducido, buscar sillas con brazos bajos o sin brazos puede ayudar a conservar una sensación de apertura. También es vital considerar la altura y la profundidad del asiento para asegurar que se ajusten cómodamente bajo la mesa de comedor o escritorio.
Un toque de personalidad
Aunque el estilo nórdico tiende hacia lo minimalista, esto no significa que el espacio deba carecer de personalidad. Combina tus sillas nórdicas con cojines de texturas ricas o colores vibrantes para añadir un toque de calidez y personalidad. Las alfombras de área, las lámparas colgantes de diseño y las obras de arte también pueden complementar tus sillas y ayudar a vincular todo el espacio de manera cohesiva.