¿Tienes sillas tapizadas en lino y no tienes claro como limpiarlas? Este tipo de tejido es muy popular por su textura natural y elegante pero también requiere de un cuidado mayor que otros tejidos para mantenerlo intacto durante más tiempo. Vamos a explicarte en profundidad cómo limpiar tus sillas tapizadas en lino y daremos algunos consejos para evitar que el tejido se estropee demasiado pronto.
¿Cómo limpiar las sillas tapizadas en lino?
Como ocurre con cualquier otro mueble con tapizado, lo primero y más importante es eliminar el polvo antes de pasar a tratar las posibles manchas del tejido. Sin embargo, es importante saber cómo actuar en cada parte del proceso para evitar que dañemos el tejido por error. Estos son los pasos que debemos seguir:
1. Aspirado: Comienza con un aspirado suave pero exhaustivo. Usa un accesorio de cepillo suave en tu aspiradora para eliminar el polvo y los alérgenos sin dañar el tejido. Siempre que sea posible, evita usar el accesorio básico de tu aspiradora ya que podría dañar, arañar o arrugar el tejido. Para evitar que el polvo o los restos de suciedad dañen la tela y se incruste en las fibras, es importante realizar este paso todas las semanas.
2. Tratamiento de manchas: Actúa sobre las manchas en el mismo momento en el que ocurran. El lino es bastante absorbente, lo que significa que las manchas se adhieren al tejido rápidamente. Utiliza un paño limpio y absorbente para actuar sobre la mancha y eliminar cualquier resto de líquido antes de aplicar cualquier producto de limpieza. Evita frotar, ya que esto puede dañar las fibras y esparcir la mancha.
3. Limpia solo sobre la mancha: Una vez que hayas eliminado el exceso de líquido o de producto que haya provocado la mancha (¡y sólo entonces!) usa una mezcla de agua tibia y un limpiador suave que no dañe el tejido. Humedece ligeramente un paño con esta mezcla y frota muy suavemente sobre la mancha. No uses demasiada agua, ya que el lino puede encogerse o deformarse si se moja demasiado.
4. Secado: Después de limpiar, deja que el tejido se seque completamente al aire. Repetimos: deja que se seque de forma natural al aire. No uses secadores de pelo o herramientas similares, ya que esto puede destrozar el tejido si no lo haces con cuidado.
Evita estos errores al limpiar el lino
Aunque ya hemos hablado de algunos de los errores que debes evitar para mantener tu silla en perfecto estado después de limpiarla, es útil hacer un repaso rápido de los más importantes para asegurarnos de que no se te pasen por alto.
Uno de los errores más comunes es el uso excesivo de agua al limpiar. El lino es un material natural y, por lo tanto, es especialmente sensible al agua; demasiada humedad puede provocar que la tela se encoja o incluso que aparezca moho si no se consigue secar completamente. Lo ideal es que uses un paño húmedo para limpiar las manchas, pero nunca apliques directamente un líquido sobre la tela para evitar que lo absorba. Además, intenta asegurarte de que la silla se seque en un lugar bien ventilado.
Otro error clásico que hay que evitar es frotar las manchas en un intento de limpiarlas. Aunque frotar puede parecer la mejor opción, en realidad puede esparcir la mancha aún más y dañar las fibras del tejido. En lugar de frotar, lo recomendable es dar pequeños toques o golpecitos sobre la mancha con un paño limpio y absorbente, aplicando una solución de limpieza suave si es necesario. Además, el uso de productos químicos agresivos es un error común que puede dañar en segundos las sillas de lino. Los limpiadores fuertes no solo pueden degradar las fibras naturales del tejido, sino también causar la pérdida del color y el deterioro general de la tela.
Mejora la duración y el mantenimiento del tejido
No hay cosa que duela más que ver como las sillas que elegiste con tanto cariño empiezan a estropearse antes de tiempo. Como hemos visto, una forma de evitarlo es limpiándolas con cuidado para no dañar la tela pero, además de eso, existen otras medidas que puedes tener en cuenta para protegerlas. Por ejemplo, si crees que el lino está empezando a dañarse, puedes usar protectores de tela que ayudan a repeler las manchas antes de que se fijen al tejido. Esto resulta particularmente útil en sillas que se utilizan mucho todos los días, como las de un restaurante.
Este es un truco que hemos aprendido con el tiempo: si tienes varias sillas, ve rotándolas de vez en cuando para usarlas todas, especialmente si forman parte de un conjunto que se utiliza constantemente, para ayudar a distribuir el desgaste de manera uniforme entre todas las sillas.
Sabemos que este post es una guía para el cuidado y limpieza de las sillas de lino, pero hay momentos en los que es necesario optar por una limpieza profesional, sobre todo si las sillas están muy sucias o se han manchado de algo que no puede limpiarse fácilmente en casa. Una tintorería está especializada en la limpieza de todo tipos de manchas sin dañar el tejido, ya que usan técnicas y productos que quizás no estén disponibles para usarlos en casa.
Ten en cuenta que el lino tiende a arrugarse, lo cual no tiene por qué ser un problema si no te importa. Sin embargo, si prefieres que esté completamente liso puedes usar un vaporizador para elimina las arrugas sin dañar el tejido. Recuerda que es importante no acercar demasiado el vaporizador al lino para que no encoja. Esto es especialmente importante en modelos como la silla confort, cuya estética es muy concreta.
Con todo lo que te hemos contando deberías poder limpiar tus sillas de lino sin problema y mantenerlas intactas durante años. Recuerda que también puedes consultar nuestra guía de limpieza para sillas de poliester.